Carmen

“Ante todo me dieron un apoyo psicológico muy importante”, explica Carmen. “Al tener tanto volumen no podía ni agacharme, me encerré en mí misma y casi no salía de casa”

Jordi Bermejo, especialista en dietética, ayudo a Carmen a perder 58 Kilos, mediante dietas On-Line, comiendo tanto como quiso.

Hace tres años, Carmen se puso en manos de los profesionales de Centro Sanitario BermejoPérez con 128 kg de peso y de infelicidad. Ni siquiera se miraba al espejo porque no se sentía “un ser humano”. 12 meses y 20 días después, llegó a pesar 70’500 kg, es decir, 57´500 kg menos. Carmen siente que ha vuelto a nacer: “Jordi y Mª Dolores me han devuelto la ilusión. Antes no podía hacer nada y ahora hago una vida normal: familiar, matrimonial, con mi hija puedo ir al parque, correr detrás de ella, llevarla al colegio, ir de compras, probarme diferentes tallas de ropa…”, comenta feliz.

Diagnosticada de obesidad mórbida debido a una herencia genética, el sobrepeso la sumió en el desánimo.

“Ante todo me dieron un apoyo psicológico muy importante”, explica Carmen. “Al tener tanto volumen no podía ni agacharme, me encerré en mí misma y casi no salía de casa”, recuerda. Pero eso cambió. Ahora es “más comunicativa con la gente y con mi círculo familiar”. El caso de Carmen es singular ya que su dieta no fue presencial, sino on line. “Me ayudaron a perder el peso que me propuse como objetivo y, sobre todo, me enseñaron a comer.” Después de probar múltiples dietas muy costosas y sin resultado, Carmen se puso en manos de Jordi Bermejo y Mª Dolores Pérez. “Me han enseñado que con voluntad y una buena ayuda se encuentran soluciones”, asegura.

“Con las dietas que me preparaban, podía comer y cenar la cantidad que yo deseaba; con los alimentos que me gustaban, ello me hizo que no sufriera ansiedad por la comida, aprendiendo a comer. A fecha de hoy aplico lo que aprendí, con algunas travesurillas [sonríe] y, repito, me encuentro muy feliz”, expone. Los beneficios no son solo estéticos, sino que también inciden en la salud. “Ya no me duele la espalda ni las piernas”, dice Carmen. Feliz con su nueva vida.